2. Análisis de estrategias bioclimáticas y recomendaciones de diseño.
a) Análisis de orientación del edificio en base a la radiación solar y propuesta de ajustes.
b) Estudio de iluminación natural, diseño de partesoles y propuesta de mejoras.
c) Recomendación de materiales de la envolvente y acristalamientos para eficiencia energética.
d) Estudio de ventilación natural y propuesta de funcionamiento.
A través del análisis de orientación solar del edificio es posible determinar la configuración general del edificio, ya sea alargada, compacta, etc. También permite ubicar correctamente las fachadas si éstas son acristaladas o de materiales de construcción pesada, dependiendo si lo que se desea es calentar o enfriar los espacios.
Por otro lado la orientación del edificio no sólo debe tener en cuenta la temperatura sino incluir niveles adecuados de iluminación natural, en la mayor cantidad de áreas y por el mayor número de horas posibles, lo que permite disminuir el gasto energético para iluminar artificialmente.
El estudio de iluminación natural determina información específica que nos permite evaluar los niveles de iluminación interior, en cantidad y calidad. Con lo que se pueden realizar ajustes al diseño de manera informada. Ya sea determinando los materiales más adecuados o por el diseño de parteluces y acristalamientos.

Análisis de orientación en gráfica de temperaturas sobre proyección estereográfica.

Estudio de iluminación natural y diseño de parteluces.

Estudio de vetilación natural en cuanto a la dirección, velocidad y como interactúa con la geometría del edificio.

Análisis de orientación en gráfica de temperaturas sobre proyección estereográfica.
La envolvente del edificio es aquella que queda expuesta al exterior y por tanto es el intermediario entre los flujos térmicos, lumínicos, entre otros. Usualmente compuesta por los materiales de las fachadas incluyendo los acristalamientos, azoteas y el basamento en contacto con el suelo. La correcta selección de estos materiales permite reducir el costo energético para climatizar o iluminar a lo largo de la vida útil del edificio. Esto se logra al conocer y diagnosticar las condiciones climáticas y de confort requeridas en cada caso y la selección de estrategias de diseño pasivo de mayor potencial. Así es posible elegir materiales que eviten las ganancias de calor al interior o que lo retarden para su uso en horas más apropiadas durante la noche. También es posible determinar si el aislamiento es lo más adecuado para reducir el intercambio térmico con el exterior o seleccionar los colores exteriores.
La ventilación natural es una de las estrategias para climatizar pasivamente los edificios más efectiva ya que se basa en aprovechar los recursos del sitio, se utiliza no solo para enfriar los espacios, sino también para humidificar cuando así se requiera o para mantener la calidad del aire interior. Los esquemas de ventilación son muy variados, dependiendo de la dirección, velocidad y temperatura del viento, y de la configuración del edificio y sus espacios.